domingo, 12 de febrero de 2012

Reforma laboral. Otro error más.


Ya está, ya es oficial, tenemos reforma laboral.

Había básicamente dos posibilidades a la hora de plantear reformas.

Por un lado la que han tomado, flexibilizar y abaratar el despido para que, en palabras del presidente de la CEOE, el despido improcedente sea una excepción y la norma sea el despido por causas objetivas.

Por otro lado, existía la posibilidad de abaratar la contratación. Algo se ha apuntado además del abaratamiento del despido y de la universalización del despido por causas objetivas, pero solo tímidamente.

La reforma laboral elegida por el PP va en la primera línea. La necesaria para España era la segunda.

Imaginemos que hubiésemos establecido una moratoria en el pago de las coutas a la Seguridad Social por parte de las empresas siempre que contratasen a parados inscriptos en la oficina de empleo. Son parados percibiendo el subsidio de desempleo. Por tanto el estado dejaría de percibir las cuotas de la Seguridad Social de esos nuevos trabajadores pero a cambio dejaría de pagar esos subsidios de desempleo.

Ignoro si la cantidad quedaría a favor o en contra de la Seguridad Social. Pero desde luego solo sería una medida temporal. Exención del 100% en 2012, y luego un progresivo para terminar pagando las coutas integras a la Seguridad Social al cabo de 3 o 5 años.

Eso si que aumentaría la contratación y no esta reforma que lo que va a incentivar es la limpieza del mercado laboral que hará que mucha más gente vaya al paro.

Esta idea no es mía. La idea se la propuso a ambos candidatos antes de las elecciones el empresario y filántropo Martin Varsavsky. Se puede leer su propuesta en este artículo de su propio blog.

Pero dicen los emprendedores (que no los empresarios) que incentivar la contratación no es nada sino se reactiva el crédito. ¿Qué pasó con los créditos ICO? Parece ser que los bancos está prestando esos créditos a empresarios bien establecidos con la condición de que mantengan el dinero prestado en el banco. El banco lo presta al 3% y paga un 4% o 5% con lo que se está financiando al 2% con la ayuda de estos créditos.

¿Y mientras el Banco de España? Cierra los ojos. ¿Y los bancos? Sale el señor Botín con su corbata roja diciendo que la culpa de todo la tienen los políticos y no ellos. Normal. Ellos son unos santitos. Ellos reteniendo el crédito, prestado por los propios políticos.

La verdad es que no espero sino crecimiento del paro con esta reforma laboral. Y ya sabemos que pasa si el paro crece, ¿no? El consumo cae y las empresas con él. Tenemos el circulo vicioso de caída de empleo que implica caída del consumo que implica caída de las empresas las cuales despiden a más gente y vuelta a empezar.

Pero si un juntaletras ex-informático ve esto... ¿como es posible que un ministro con el background de Luis de Guindos no lo vea? ¿O no lo quieren ver? No lo entiendo. En serio.

Aquí les dejo el PDF con la reforma laboral publicada en el BOE de ayer. Que les aproveche.

Y mientras estos dos...


... se parecen cada día más a estos otros dos...


"Dos tontos muy tontos"

11 comentarios:

Lic. Enrique Dalla Villa dijo...

Durante la década de 1990 en Argentina había una creciente tasa de desempleo y se decía que con congelación de salarios y flexibilización laboral se revertiría la situación.
Se bajaron los costos de contratación laboral (elevando, por ejemplo, el período de prueba de un nuevo trabajador de tres meses a un año) y también se bajaron los costos de expulsar trabajadores.

Pero el crecimiento de la tasa de desempleo se acelero y para el año 2001 prácticamente más de la mitad de la población económicamente activa tenía problemas de empleo (más del 20 % de desempleo y más del 30% de subempleo). El conflicto social fue creciente con el fenómeno conocido como los "piqueteros". Básicamente, crecientes protestas de desocupados.
Aquí a esas políticas se las consideraba "neoliberales" y se terminaron transformando en malas palabras.
La crisis estallo en el 2001.

A partir del 2002 y, especialmente, 2004, comenzó a implementarse un conjunto de políticas bastante diferentes. Una de las medidas implico duplicar y, más tarde, triplicar la indemnización por para despedir un trabajador.
Más recientemente una nueva ley incluye facilitades para la contratación de nuevos empleos, como es un descuento de casi el 50 % el primer año y casi el 25 % el segundo año en los aportes patronales.
En línea generales, lo opuesto a lo que se hacía en la década de 1990 y, casi casi, en contra del sentido común.
Hoy la tasa de desocupación de Argentina se encuentra, por primera vez desde la década de 1970, por debajo del 10 %. Más exactamente, poco más del 7% de paro.

Pero también hay una realidad. La cuestión del empleo esta vinculada a muchas cuestiones más.
Por ejemplo, el descuento de los aportes patronales se puede hacer por la diferencia la cubre el sistema de seguridad social. Pero para poder hacer esto el sistema de seguridad social tiene que tener fondos suficientes. El sistema de seguridad social tiene que disfrutar de superávit.

Para disminuir la desocupación en Argentina finalmente se aplicaron políticas que hacían al mercado laboral más rígido y con mayor protección de derechos.
Pero, como decía, las políticas laborales no van solas. En el proceso se flexibilizaron otras cosas, como fue una importante devaluación de la moneda y permitiendo mayor mayor inflación.

Juan Luis Chulilla dijo...

Es muy triste, la verdad. Pero no hay nada que hacer. Estamos abandonando la democracia para entrar en la post-democracia, porque es evidente que ya no se gobierna en beneficio de la población sino de "los mercados"

No hay nada que hacer.

Enrique, muchas veces me digo que vuestro pasado es nuestro futuro :(

Lic. Enrique Dalla Villa dijo...

Antes que nada, no me parece bueno creer que "vuestro pasado es nuestro futuro". Son realidades demasiado diferentes como para prever desenlaces y desarrollos similares, ni en el buen ni en el mal sentido.
Aquí muchas veces decimos que disfrutaríamos de tener algunos de sus problemas. Aunque también estamos orgullosos de nuestros logros y de implementar políticas que a nosotros nos sirven... y a nadie más.

Lic. Enrique Dalla Villa dijo...

Dejando de lado la aclaración, aquí nos llama la atención la similitud de los discursos que actualmente se hablan en Europa y que prácticamente parecen una copia de los que se hablaban en mí país durante la década de 1990. No lo terminamos de entender.

Ahora bien, no son comparables las realidades de España y de Argentina. España es una de las economías más importantes de la Unión Europea, que a su vez es una de las regiones más prosperas del mundo. Una realidad muy diferente a la de Argentina.
Cuando Argentina abandono la convertibilidad (un dólar = un peso) y entro en default básicamente la economía mundial continúo funcionando. Más tarde Argentina tomo ventaja de su insignificancia.

Lic. Enrique Dalla Villa dijo...

Pero hay otros temas interesante. En las economías gobernadas por "los mercados" (que merecen su propio debate ver qué entendemos con esta palabra) las políticas macroeconomicas a implementar son monetaristas (que prohíben todas las políticas macoreconómicas no-monetario).
Ahora bien, los Estados europeos renuncian a su capacidad de implementar políticas monetaristas autónomas al establecer una moneda común y, con ello, un Banco Central Europeo. Un Banco Central que, como todo banco central, no tiene autoridades electas, no existe accountability vertial (salvo que su carta constitutiva seguramente establece como obligación promover el pleno empleo).
¿Cuál es el poder de gobierno de las autoridades electas de cada país de la UE si carecen del principal instrumento de política macroeconómica de una economía de mercado?

Plan A. No hacer nada. Esperar el impacto de las acciones macroeconómicas monetaristas del Banco Central Europeo. En ocasiones positivos. A merced de algo que no controlan.
En Argentina pasó esto y se comenzó a creer que en realidad no tenía sentido elegir e nuestros gobernantes pues su poder era simbólico.

Plan A BIS. Ya que son organizaciones supranacionales las que definen las políticas económicas macroeconómicas que impactan sobre el territorio nacional, deben implementarse reformas que acerquen a los hacedores de políticas supranacionales a la ciudadanía. Debe trabajarse en mejorar la representatividad de dichas autoridades supranacionales, mejorar el accountability de las mismas.
Esto implicaría politizar la política monetaria. Algo que se considera un pecado. La moneda hoy en día es considerada una cuestión de "técnicos".
Por insuficiente accountability las autoridades de los bancos centrales conservan sus empleos a pesar de los vaivenes de sus pueblos y los gobernantes democráticos nacionaloes.
La falta de accountability lleva a que las autoridades no-electas de los bancos centrales se olviden de que las cartas constitutivas de sus bancos dicen, palabras más palabras menos, "priorizar el pleno empleo".
Para los técnicos no electos la moneda deja de ser un medio de intercambio para transformarse en un fin en sí mismo.
¿cómo revertir esto? como mínimo, las autoridades nacionales deben presionar a los técnicos de la moneda para que recuerden que lo importante es el empleo, incluso más que la moneda.

Plan B. Políticas económicas nacionales "tangenciales". Clavar clavos sin martillos.
Las autoridades electas nacionales no pueden mantenerse indiferentes ante sus electores. Tienen que hacer algo o perder las elecciones. Pero ese algo no puede incluir políticas monetaristas. Por tanto, deben implementar políticas sobre variables no-monetarias que permitan maximizar lo positivo o minimizar lo negativo de la política monetaria externa.
Es un problema serió porque son políticas económicas que no pueden recurrir a los principales instrumentos de la política macroeconómica monetarista. Un intento de martillar clavos con todas las herramientas disponibles, menos un martillo.
En general, se observa que la mayoría de los países trata de utilizar estos instrumentos para apoyar la política monetarista antes que de contrarrestarla.
Aquí entran las políticas sobre gasto fiscal, flexibilización laboral, privatizaciones y un largo etcétera.
La moneda y su estabilidad se transforma en un fin en si mismo.
El lema de campaña del último presidente argentino antes de la crisis del 2001 fue "un dólar un peso". Todas las políticas posteriores ("flexibilización laboral", "blindaje financiero", "megacanje de deuda", "corralito financiero", etc.) iban en esta dirección.
No dejo de recordar esto al ver a los líderes europeos en televisión afirmando, palabras más palabras menos, "hay que proteger al euro".

Lic. Enrique Dalla Villa dijo...

Plan C. Que el Estado nacional recupere su capacidad de implementar políticas monetaristas. Lo que implicaría abandonar el Banco Central Europeo y el Euro. Es lo que hizo Argentina al iniciar el 2002 (la crisis estallo en diciembre del 2011). Tiene un costo muy alto y Argentina lo podía hacer por su escaso peso en la economía global.

Plan D. Sumar a C la utilización de otro tipo de políticas macroeconómicas además de las monetaristas. Se los suele llamar políticas heterodoxa porque se encuentra de todo (incluyendo políticas monetaristas que forman parte de un abanico de políticas más amplio) difíciles de clasificar para los autores. Se comenzaron a aplicar en Argentina durante el 2004 y hasta el presente.

Yo veo difícil para España adoptar los caminos de Argentina debido a su mayor peso en la economía mundial, en general; y europea, en particular. Probablemente el costo supere a los beneficio.
Pero tampoco veo que les sirva el camino actual de clavar clavos sin martillos. No hacen más que acelerar la crisis.
Por tanto, es poco lo que puede hacer España por sí sola.
Creo que el tema vital pasa por el plan A BIS. No puede ser que todo gire en torno a cuidar el euro. El euro debe ponerse al servicio de la promoción del empleo y la producción. Debe mejorarse la representación y el accountability. Las autoridades supranacionales deben ser responsables de sus actos ante el electorado.
La política macroeconómica monetarista europea debe dejar de priorizar la defensa del valor del euro y la lucha contra la inflación para comenzar a promover el empleo y la producción. Sin este cambio todo lo demás es inútil.
Una vez reorientada la política macroeconómica europea los Estados partes pueden quedarse a esperar o ser heterodoxos y comenzar a utilizar el resto de los instrumentos que le quedan para maximizar la nueva política macroeconómica y retomar el camino de la generación de empleos y el crecimiento.
La heterodoxia es lo que creía que estaba comenzando tras el Foro de Davos del 2002 pero hoy, 10 años después, parece que me equivoque de percepción para los casos de Europa y Estados Unidos.

Javier Fernandez dijo...

Yo soy de los que piensan que cuando todas las soluciobes tradicionales han fallado... y en España ya han fallado... es el momento de probar aproximaciones más novedosas. Asi que lo mismo las experiencias de Argentina son las que hay que aplicar aquí. No se.

Lo que no entiendo es porque ahora todo el mundo se empeña en que Keines era poco menos que un comunista y estaba equivocado. Estoy del ultra-liberalismo hasta las narices.

Juan Luis Chulilla dijo...

@EFDV hay circunstancias muy diferentes... pero hay raíces comunes. La peor, las muy lamentables élites económicas y políticas que tenemos. Cuando escuchamos historias de coimas y corruptelas al otro lado del charco, nos parecen tan familiares... mientras que son ajenas no para un finlandés, sino para un inglés y hasta para un francés. Eso que se dice a veces de que las soluciones de Argentina son únicas, no me lo acabo de creer. Para empezar, podrían funcionar en otros países del entorno pero, para continuar, cuando empiece a llover marrón en serio en España nos veremos con situaciones comparables. Al tiempo

@mahjong, el problema del neoliberalismo no es que se lo crean a quienes realmente les interesa, a los que le sacan buen partido. El problema son las amplias capas de las sociedades occidentales que creen que les beneficia, cuando en realidad les deja solos ante el peligro. Eso de "me jode que con mis impuestos haya vagos que tengan servicios sanitarios y paro", es una estupidez ajena a nuestra visión del mundo hasta hace poco. El calvinismo penetró en USA como en ninguna otra parte, y si te va bien es porque te lo mereces y viceversa, la mierda increible de la predestinación. Aquí no caló eso, pero hemos importado sin traducir un "laissez faire" que nunca fue cierto, porque en ese caso las prácticas anticompetitivas serían imposibles. El problema de quienes no son muy ricos y se lo creen es que piensan que siempre les va a ir bien: nunca van a tener un accidente de coche, una enfermedad jodida en el entorno familiar, una ruinosa inversión, hasta una "simple" depresión. Esa gente no quiere oir que en USA, una depresión mal llevada te lleva a una situación de sinhogarismo. Aunque sólo fuera por egoismo, el Estado asistencialista tiene sentido: te protege por si una vez te toca bailar con la mas fea y te pasas un mes sin poder salir de casa por una depresión de caballo tras un mal divorcio o el fallecimiento de alguien cercano, y puedes seguir con tu vida aunque tengas la desgracia de una enfermedad en alguien cercano que te la desbarata temporalmente. Otro ejemplo: un accidente de coche trunca en USA dos veces la vida de las personas, por el tiempo de recuperación y porque la factura hospitalaria es tan tremenda que te genera una deuda de la que ya no sales.

Juan Luis Chulilla dijo...

además, lo que los indocumentados neoliberales no dicen de Keynes es que NO era comunista. Precisamente, sus medidas se diseñaron, igual que las de Bismarck medio siglo antes, para contentar a la población y que dejara de levantarse debido a sus condiciones de vida.

Si no llega a ser por el New Deal, no es imposible que la miseria de la Depresión hubiera llevado a cualquier tipo de totalitarismo, como le pasó a Alemania.

Pero claro, se recuerda lo que interesa :(

Lic. Enrique Dalla Villa dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Lic. Enrique Dalla Villa dijo...

Hay dos realidades, el Estado de Bienestar tradicional (y keynesiano) fue herido de muerte en la década de 1970 y la respuesta fue el neoliberalismo que, a todas luces, fracaso estrepitosamente tanto en económicas periféricas (Argentina, Grecia, etc.), como economías periféricas (Estados Unidos, España, etc.). El problema es que no esta muy claro cuál es la alternativa. Se critica con razón al neoliberalismo, pero hay dificultades en proponer un modelo superador.

Me parece que el keynesianismo en su concepción clásica no es viable. No por comunista (que no lo es), sino porque las bases económicas y sociales en las cuales se sustentaba han cambiado sustancialmente.
Pero sí me parece que así como se habla de neoliberalismo quizás valdría la pena hablar de neokeynesianismo. Y mucho de lo que en mí país se clasifica como políticas macroeconómicas "heterodoxas" (a falta de una denominación más clara) parecen ser, en parte, neokeynesianas.

Pero hay que decir que las políticas monetaristas no son malas. En Argentina se continúan implementando. Pero:
1) No se acepta que sean los únicos instrumentos de política macroeconómica. Sino que forman parte de un abanico más amplio.
2) Se cambio la prioridad. La política económica debe promover ante todo el pleno empleo y la producción en detrimento de la estabilidad monetaria. Esta última paso a ser un medio en post de otro fin antes que un fin en sí mismo. 3) La política económica la definen las autoridades electas en un proceso democrático y deben rendir cuentas ante el electorado con cierta periodicidad.

Yo creo que en el caso de España hay una diferencia sustancial con respecto a Argentina (además del peso de su economía y el doble de población) y es que forma parte de la Unión Europea y que son las autoridades no electas del Banco Central Europeo el que define la política monetaria.
Si esa política monetaria dejará de priorizar la estabiliad económica para reorientarse hacía el pleno empleo las cosas comenzarían a cambiar en la Unión. Mientras tanto todo lo demás es anecdotista.
Ahora bien, una consecuencia a aceptar de ello es la perdida de estabilidad monetaria (no estoy diciendo aquí salida del euro). Implica aceptar la inflación como un mal menor si a cambio se generan empleos.

Pero hay un problema, al ser economías tan grandes no pueden salir tan fácilmente de la estabilidad (es el problema de Estados Unidos). Básicamente si emiten moneda para devaluar y, así, recuperar competitividad en el mercado global países como Argentina emitirán moneda aún más rápido y todo vuelve al principio (de hecho, el problema no es Argentina sino China). Para una gran economía termina siendo un proceso lento.
Esta es una diferencia crucial frente a un país económicamente periférico, como Argentina.

Es un ejemplo interesante el de Estados Unidos. En cierta medida comenzaron lentamente a abandonar el neoliberalismo e implementar políticas monetaristas pro-empleo. Como parte de eso, Estados Unidos lleva años emitiendo mucha moneda sin respaldo para devaluar el dólar y aumentar las exportaciones. Pero China devalúa igual o más rápido y compensa todo intento. La realidad es que a pesar de todo el dólar pierde valor muy pero muy lentamente y su impacto en la generación de empleos es poco significativa.
Es el problema de limitarse a utilizar sólo políticas monetarias como recetas para todo en vez de un abanico más amplio de opciones. Pero también aquí Estados Unidos tiene un problema porque su superávit omercial y fiscal es tan grande que tiene poco margen para hacer otras cosas. El mismo problema de España, que también sufre de un importante déficit fiscal.